¡Por fin! ¡Hoy es el día de la fiesta nacional gabacha! Un momento, ¿a alguien le interesa esa fiesta? Lo verdaderamente importante de hoy es que después de tantos preparativos, de tanto buscar por Internet, de tanto leer folletos y de tanto preguntar a amigos, por fin el día de empezar mi viaje a Croacia ha llegado.
El plan es viajar hasta Ljubljana, capital de Eslovenia y pasar alli un día. A continuación coger un tren hasta Opatija, ya en Croacia y alquilar un coche para recorrer la que todo el mundo dice maravillosa costa croata hasta llegar a Dubrovnik, en el extremo sur del país.
En Croacia parece que es muy facil encontrar alojamiento sobre la marcha en casas particulares, lo cual da la ventaja de no tener un plan fijo predefinido. A ver que tal funciona la improvisacion.
Asturias-Barcelona-Ljubljana
Como en casi todos los viajes, la parte mas pesada es el viaje en avion. La espera en Barcelona son casi 4 horas. Clickair nos lleva a nuestro destino con bastante puntualidad.
Desde el aire Ljubljana se ve una ciudad pequeña, como Gijón u Oviedo. No se adivina ningun monumento destacado, sino muchos edificios modernos.
El avión aterriza en el pequeño aeropuerto de Ljubljana, poco mayor que el de Asturias. Como Eslovenia pertenece a la UE, tiene el euro por moneda y está en el acuerdo de Schengen, no hay que hacer ningún trámite de aduana.
Para llegar a Ljubljana hay un autobús que se coge al salir de la terminal y que te lleva a la estación de trenes y autobuses por 5 €. Parece que se recorra todas las caleyas de la campiña eslovaca, quizá para evitar la autopista de peaje. El viaje dura unos 40 minutos.
Ljubljana
Nada mas llegar el autobus empieza a descargar una fuerte tormenta. Tomamos refugio en un bar donde cae la primera cerveza (2 €). Hay dos marcas principales: Union y Lasko. Ésta última es algo más fuerte y es la más consumida.
Cuando amaina la lluvia llegamos al Hostel Park. Es un edificio bastante nuevo y alto que queda a unos 500 m andando de la estacion de trenes y autobuses. El edificio lo comparten un hotel y un hostel. Una doble con baño cuesta casi 40 € la noche en el hostel, y el doble en el hotel. Las habitaciones no tienen tantos lujos como el hotel pero está bastante nueva y limpia. Eso sí, la ducha está al final del pasillo pero por la tarde está limpia y no hay nadie en ella.
Bajamos hasta el centro para dar una vuelta. El hostel está muy bien situado y sólo se tardan 5 minutos en llegar. La vida en el centro de Ljubljana discurre a la orilla del río, donde se pueden ver muchas terrazas. Hay bastante ambiente a esta hora de la tarde.
Paramos a tomar un vino en un sitio al lado del Ayuntamiento. Es un lugar pequeño, casi escondido en un portal. Dentro el ambiente es muy íntimo y está muy bien decorado. Pedimos unos vinos tintos de Eslovenia. El gustazo de entrar en este sitio salió por 5€ la copa. Ahí me empecé a dar cuenta de que en Eslovenia hay un buen nivel económico y no es más barato que aquí. Esto se confirmó al día siguiente al ver que el parque automovilístico no tiene nada que envidiar al que se puede ver en cualquier ciudad española.
Para cenar fuimos al Vodnikov Hram. Nos tomamos unos medallones de cerdo con bacon y salsa, y unos filetes de venado con salsa de anis. Todo muy rico, en especial los medallones. La cena con vino y postre salió por 37€.
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